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¿Qué es un agente inmobiliario?

Publicado por Michel B. en 17/09/2019
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¿Cuáles son las funciones de un agente inmobiliario?
En cada sector es necesario contar con profesionales que sepan hacer bien su trabajo y cumplir con sus responsabilidades. En el caso del mundo inmobiliario los actores principales, además de los dueños y los inmuebles, son los agentes inmobiliarios, pero, ¿cuáles son las funciones de un agente inmobiliario?, ¿por qué es tan importante contar con los servicios de estos profesionales?, pero sobre todo, ¿a qué se dedican y qué hacen?

Hoy vamos a responder a todas estas preguntas y muchas más. Y es que sin los agentes el trabajo inmobiliario sería un caos. Por ello, lo primero es definir qué es un agente inmobiliario y qué no.

¿Qué es en realidad un agente inmobiliario?

Un agente inmobiliario es una persona que se dedica a la venta de propiedades, las visita y enseña a los futuros compradores, se encarga del papeleo de compra-venta, evalúa la situación del mercado inmobiliario, pacta las condiciones con los dueños, y por supuesto ejerce de gestor y asesor inmobiliario.

En su día a día, un agente inmobiliario puede llegar a ejercer diferentes papeles y cubrir responsabilidades en diferentes áreas tales como el sector comercial (venta, marketing y captación), la asesoría legal y gestor (burocracia, papeleos y contratos) y finalmente la de profesional que estudia el mercado.

Es decir, suele ser un todo terreno, que toca diferentes partes del mundo inmobiliario. El mejor agente inmobiliario no es aquel que sabe de todo, sino que sabe aprovechar sus mejores virtudes y destaca entre el resto de compañeros.

Por ejemplo, si el agente comercial tiene un gran espíritu comercial y se le da bien el trato con clientes puede aprovechar esta ventaja para destinar más tiempo en esta tarea y dejar los trámites en manos de sus compañeros. El caso es conocer sus virtudes, potenciarlas y sacarles ventaja.

Funciones de un agente inmobiliario, ¿cómo es su día a día?

Está claro que las funciones de un agente inmobiliario varían de una agencia a otra, e incluso de una ciudad a otra. Y es que no es lo mismo trabajar en una gran ciudad donde existe mucha competencia y mercado de propiedades que en un municipio con un mercado más reducido o estacional como ocurre en el verano en los lugares cercanos a la costa.

Evidentemente, el trabajo no es el mismo en una agencia grande que otra pequeña, pero los agentes suelen realizar las mismas funciones, lo que varía es la cantidad o el número de horas que le dedica a cada una.

Está claro que las funciones de un agente inmobiliario varían de una agencia a otra, e incluso de una ciudad a otra. Y es que no es lo mismo trabajar en una gran ciudad donde existe mucha competencia y mercado de propiedades que en un municipio con un mercado más reducido o estacional como ocurre en el verano en los lugares cercanos a la costa.

Evidentemente, el trabajo no es el mismo en una agencia grande que otra pequeña, pero los agentes suelen realizar las mismas funciones, lo que varía es la cantidad o el número de horas que le dedica a cada una.

Funciones administrativas

Un agente inmobiliario tiene más papeleo que cubrir que un agente de la autoridad, jeje. Y es que aunque parezca mentira muchas veces se tiene que ocupar de realizar tareas como redactar los contratos de compra-venta, lidiar con la notaría y representantes legales, conocer los derechos y obligaciones de los propietarios, y un largo etc.

Por si fuera poco, debe conocer las reglas de juego del mercado y saber cuáles son las leyes que afectan a cada municipio, las normativas de arrendamientos. En definitiva, saber qué cosas están permitidas y son legales y cuáles no.

Tener el conocimiento de todas estas cuestiones no solo es necesario sino que debe plasmarlas en el papel a la hora de redactar los contratos con los clientes, o la hora de dar una oferta, solicitar un presupuesto y demás. Y es que, aunque no lo parezca, la burocracia y el papeleo es suficiente como para tener sentado a un agente trabajando toda su jornada laboral.

Tareas comerciales

Afortunadamente, los agentes inmobiliarios tienen una parte más divertida que el tema administrativo, nos referimos a las funciones comerciales, es decir, la venta pura y dura. Esta parte suele ser la favorita de muchos agentes ya que digamos aquí se juegan gran parte de su trabajo, su salario y su reputación.

Las tareas comerciales de un agente abarcan bastantes cuestiones, desde el trato con los clientes a la hora de gestionar el precio del inmueble, hasta la parte de marketing, es decir, mostrar el piso en persona, o ponerlo a la venta en plataformas y bases de datos.

Además de todo lo anterior, tienen que estar atentos y buscar nuevos clientes con los que conseguir nuevos contratos. Esta, quizá, sea la función más pesada en cuanto a tiempo y esfuerzo se refiere, pero sin duda merece la pena invertir tiempo en esta parte para tener siempre una cartera de clientes.

Labores de negociación

La parte más decisiva y donde se juega todas sus cartas un agente es en el proceso de negociación, es decir, la hora de firmar la venta. Pero para llegar hasta aquí hace falta un trabajo previo, en ocasiones, de muchas horas, llamadas y visitas, es decir, de tacto y negociación para conseguir el resultado final, una venta.

La negociación de una vivienda es posiblemente la que menos horas le dedique un agente de forma directa, posiblemente, en torno a un 20 o 30 %. Sin embargo, todas las responsabilidades y tareas de un agente conducen directa o indirectamente al punto crucial, la venta.

Precisamente por ello, las funciones de negociación son las más específicas y donde debe destacar un agente. En resumen, los mejores agentes son aquellos que destacan negociando.

Para ello deben ser buenos conocedores de las personas, saber definir y cualificar a un cliente del sector inmobiliario, y por supuesto saber usar todas las armas a su favor para promocionar una vivienda como el telemarketing inmobiliario o mediante leads inmobiliarios.

Finalmente, añadir que para negociar es necesario conocer las necesidades de los potenciales clientes y destacar en el arte de empatizar con el cliente. Conocer a las personas y saber ponerse en su piel es fundamental en las labores de negociación.

A pesar de esto, es necesario cumplir una serie de requisitos y tener ciertas habilidades para ejercer en el mundo del ladrillo como la empatía, destacar como comercial, tener un buen trato con el cliente, saber escuchar, ser paciente, profesional y buen investigador.

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